Aunque desde pequeños nos han enseñado que debemos cepillarnos los dientes después de cada comida, hoy en día muchos dentistas no tienen tan claro que sea lo más aconsejable, más aún cuando muchas personas no realizan correctamente el cepillado. Teóricamente, debemos cepillarnos los dientes dos veces al día durante unos dos minutos aunque un estudio sobre Hábitos bucodentales infantiles revela que un preocupante 11% de los niños no se cepilla todos los días y solo el 60% lo hace antes de ir a la cama (el momento más importante). Entre los adultos, la frecuencia es aún menor. Por todo ello y para fomentar unos mejores hábitos de higiene, vamos a ofreceros algunos consejos muy útiles.
Esperar media hora después de comer para cepillarnos
Así como suena. Cepillarse inmediatamente después de comer es un error muy común. Si lo hacemos, frotamos el ácido contra los dientes y lo repartimos aumentando su efecto corrosivo. Por ello, si esperamos 30 minutos la saliva hará que disminuya el nivel de acidez.
Cepillar, no fregar los dientes
Nuestro objetivo al lavarnos los dientes es el de eliminar los restos de comida y los microbios. La manera correcta de cepillarse es de arriba abajo, evitando el riesgo de llevar suciedad bajo la encía, lo que genera sarro y gingivitis. Además, debemos acordarnos de limpiar los dientes por delante y por detrás, así como los espacios intermedios y la lengua.
Masticar chicles o queso
Algunas sustancias ayudan a nuestra boca a salivar, que es el mejor modo de reducir los niveles de ácido. Los chicles sin azúcar son una magnífica opción al ser anticariogénicos. Además, un alimento recomendable para finalizar una comida es el queso ya que ayuda a reducir el pH y remineraliza los dientes.
No abusar de la pasta
Al usar demasiada pasta, nuestra boca se llena de espuma provocando una falsa sensación de limpieza. Lo aconsejable es realizar un primer lavado sin pasta, aprendiendo así a ser más concienzudos, y después un repaso ya con dentífrico.
Siempre antes de ir a la cama
Como hemos mencionado en la introducción, el cepillado antes de acostarnos es básico para mantener una buena higiene bucal ya que por la noche salivamos menos y las sustancias atacan nuestros dientes con mayor facilidad.