No todos nacemos con la mordida perfecta, sino que influyen muchos factores que pueden hacer que nuestra oclusión no sea la adecuada.

En nuestra clínica dental en Calvià vemos muchos casos diferentes a lo largo del día y hoy queremos hablarte de los más habituales en el ámbito de la mordida y cómo los solucionamos.

¿Cuáles son los problemas que interfieren en la mordida perfecta?

La maloclusión dental no es un asunto meramente estético, se trata de un problema funcional que es importante tratar.

La mayoría de las personas no son conscientes de las consecuencias de morder mal: respiración, descanso nocturno, sobrecarga muscular, cefaleas, problemas digestivos, desgaste dental, etc.

Además, las alteraciones de la mordida pueden suponer una mayor dificultad para la higiene bucodental. La principal consecuencia es el riesgo de padecer enfermedades periodontales o caries.

¿Por qué mi oclusión no es buena?

Esto puede deberse a causas de distinto origen y que describimos a continuación según los 3 tipos de maloclusión:

En el plano anteroposterior

• Retrognatismo o clase II: está ligado a factores genéticos pero también a malos hábitos durante la formación de los huesos como la succión del pulgar o el uso continuado de chupete.
• Prognatismo o clase III: está ligada a antecedentes familiares, caída prematura de los molares temporales o algunos síndromes o enfermedades.

En el plano vertical

• Mordida abierta: asociada a factores genéticos y a malos hábitos durante el crecimiento como apretar la lengua contra los dientes o respirar por la boca.
• Sobremordida: a menudo es consecuencia del retrognatismo y lleva ligados problemas de apiñamiento.
• Asimetrías faciales: generan muchos problemas de mordida y desgaste, además de afectar a la estética de la persona.

En el plano transversal

• Mordida cruzada: tiene origen esquelético o dentario por factores genéticos o hábitos adquiridos en la infancia.
• Mordida en tijera: las piezas de la arcada superior sobresalen más de lo debido y no contactan con los dientes de la arcada inferior. 

¿Cómo lo solucionamos?

La mordida perfecta es lo que llamamos mordida de clase I, en la que los dientes de la arcada superior encajan de manera adecuada con los de la inferior.

La edad del paciente es clave para decidir el tratamiento adecuado con el que corregiremos las maloclusiones de las que hemos hablado: 

• La intervención temprana nos permite corregir de manera más sencilla las alteraciones en el crecimiento de los huesos maxilares. 
• En esos casos pautamos tratamientos de ortodoncia interceptiva mediante aparatos que estimulan el desarrollo correcto de los huesos.
• Sin embargo, cuando estas maloclusiones se detectan en la edad adulta, el tratamiento para su corrección es más complejo. 
• Habitualmente se opta por tratamientos combinados de ortodoncia y cirugía ortognática, puesto que el crecimiento de los huesos ya se ha detenido y es necesario abordar el problema de diferente forma.

Por lo tanto, valorar si tu mordida es perfecta, es decir, de clase I, es crucial para poder tratar posibles maloclusiones y resolver el resto de problemas derivados de una mordida incorrecta.