La enfermedad periodontal, comúnmente conocida como «piorrea», “enfermedad de las encías” o “periodontitis”, es la enfermedad más común que sufre nuestra boca. De hecho, las personas adultas pierden más muelas por piorrea que por caries. Esta dolencia consiste en la pérdida progresiva del hueso de la encía, lo que hace que los dientes se vayan descarnando, se muevan y finalmente caigan. La piorrea se produce cuando las bacterias que se alojan en nuestra cavidad oral aumentan en número, normalmente debido a una higiene incorrecta, y se depositan bajo las encías iniciando su proceso destructivo.
Para tratar la piorrea de forma eficaz y prevenir sus consecuencias es fundamental detectarla y diagnosticarla a tiempo. Por ello, la persona encargada del diagnóstico y plan de tratamiento debe ser un especialista en periodoncia y tener un conocimiento preciso de la enfermedad periodontal y de las formas en las que ésta se presenta. Hoy en día se utilizan técnicas clínicas y radiológicas avanzadas de diagnosis como son el Sondaje, el Estudio Periodontal y los análisis Radiológico e Histológico.
Debemos tener en cuenta que la piorrea no solo afecta a nuestra boca sino que además está demostrado que puede dar lugar a enfermedades cardiovasculares, diabetes y otras dolencias que de no ser diagnosticadas pueden ocasionarnos severos problemas de salud.
Por todo lo expuesto resulta de vital importancia luchar contra la piorrea e intentar prevenirla. Para ello, en primer lugar, debemos mantener una buena higiene oral que incluya un cepillado meticulosos y el uso de seda dental. Además, es recomendable realizarnos una limpieza dental profesional con regularidad así como un control periódico por parte de nuestro dentista de confianza.
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