El mero hecho de respirar puede convertirse en un problema cuando, en lugar de por la nariz, lo hacemos a través de la boca. En el caso de los niños, respirar mal puede provocar la conocida como hipoventilación obstructiva o el síndrome de la apnea del sueño que conlleva una baja oxigenación del cerebro. Aquellos menores que presentan dificultad en la respiración mientras duermen sufren de una gran dificultad para conciliar el sueño lo que conlleva un posterior decaimiento físico que afecta a sus niveles de concentración y, por tanto, a su rendimiento escolar.
En lo que respecta al desarrollo dental, los niños con trastornos respiratorios del sueño sufren estos problemas debido a una posición incorrecta de su mandíbula en reposo, hecho que provoca la obstrucción de las vías aéreas durante la noche. Además, es frecuente que los niños con apnea presenten una cara más alargada fruto de estas alteraciones. Estas deformaciones (paladar estrecho, mordida cruzada e incisivos hacia delante) provocan a su vez un círculo vicioso que empeora la apnea acentuando el problema.
En Clínica Advance somos expertos en el tratamiento de la apnea infantil. Sabemos cómo detectar esta anomalía, prevenirla y tratarla cuanto antes mejorando así la calidad de vida de los niños.