A todos nos gusta disfrutar comiendo. Podemos decir que es uno de los grandes placeres de la vida, ¿verdad? El inconveniente surge cuando empiezan a aparecer problemas que antes no existían. Una de esas situaciones es cuando tomamos comidas pegajosas que pueden llegar a ser perjudiciales para nuestra boca y nuestras encías.
En Advance estamos a tu disposición para ayudarte en todo lo que necesites. Como instituto dental, hemos tenido la inmensa fortuna de ayudar de una manera profesional a todos y cada uno de los pacientes que han pasado por nuestra consulta. Para nuestro equipo, tu salud bucodental será siempre lo primero. Por eso, no dudamos en apostar por los tratamientos más novedosos y la última tecnología en todos nuestros procedimientos.
Un aspecto que hay que tener presente es que los alimentos pegajosos están junto a nosotros durante todo el año, pero en Navidad se multiplican. Ahora que estamos entrando en las fiestas de final de año, es nuestra responsabilidad extremar la vigilancia y la responsabilidad con este tipo de ingredientes.
Las comidas pegajosas, su peligro y qué podemos hacer
¿Qué podemos considerar como comidas pegajosas? Pues existen varios ejemplos:
- Toffee
- Turrones
- Caramelos blandos
- Frutas deshidratadas
- Pasas
- Golosinas y chucherías
Pero, realmente, ¿son tan peligrosos como decimos? ¿Cuál es el riesgo que entrañan para nuestros dientes y nuestras encías? En primer lugar, como puedes ver, la mayoría de ellos son comidas con varias cosas en común, la principal es la alta presencia de azúcar entre sus componentes. Solo por este hecho, ya favorecen la aparición de caries en nuestros dientes. Por lo tanto, lo primero que tendremos que hacer es racionar su consumo y ser conscientes de la importancia de una correcta limpieza posterior.
Pero no termina ahí la cosa. Cuando tomamos comidas pegajosas, también suele pasar que se nos puedan quedar pegadas en nuestros dientes y nuestras encías. ¿Cómo actuar en estos casos? Pues se recomienda, por ejemplo, enjuagarse con un vaso de agua siempre después de comerlos. De esta forma, retiraremos, sino todo, una gran parte. A continuación, deberemos preocuparnos de cepillarnos los dientes, debiendo usar también el hilo dental. Nuestro objetivo será eliminar hasta el último resto. En caso contrario, puede ser una puerta abierta para toda clase de caries e infecciones.
En último lugar, si eres muy aficionados a esta clase de alimentos, no va a estar de más que acudas a tu especialista una o dos veces al año para una limpieza profesional y una revisión periódica. Es, sin duda, la mejor manera de asegurarte una perfecta salud de tus dientes y encías.